Espacio de aprendizaje
Un espacio de aprendizaje no es solo un lugar físico,
sino que es el momento en donde se crea la situación de aprendizaje. En la
mayoría de los casos, cuando nos referimos al aprendizaje de estudiantes del
taller del primer ciclo, somos los docentes quienes nos encargamos de crear ese
espacio de aprendizaje, y para que los estudiantes se sientan en el centro del
mismo, este espacio debe contar con recursos que le ayuden en su aprendizaje
autónomo, considerando las características y los requerimientos de los sujetos
educativos, estudiantes y docentes, este espacio deberá ser propicio, para la
interacción participativa, equitativa y colaborativa en la que los sujetos
intercambien sus conocimientos.
En esta responsabilidad de creación del espacio de
aprendizaje los docentes debemos conocer las características generales y
particulares de nuestros jóvenes estudiantes. Es muy común después de clases de
cualquier asignatura escuchar en la sala de profesores, a docentes formular
quejas y lamentarse en relación a que
algunos estudiantes no leen los que les mandan leer, no tienen interés, no
estudian, no preguntan en clase ni fuera de clase (salvo raras excepciones), no
saben o conocen acerca de muchas situaciones que los educadores presentamos en clase,
no tienen un vocabulario adecuado, no tienen significados para muchas palabras
y otras cuestiones que perciben muchos docentes comprometidos con su tarea. Y
no pasa que los docentes busquen palabras rebuscadas y situaciones insostenibles
que dificulten la comunicación, pero para que exista comunicación real deben
existir significados similares o semejantes, debemos hablar un mismo idioma, un
mismo lenguaje, vivir en un contexto de clase o aprendizaje significativo para
nuestros estudiantes.
Hoy la motivación de nuestros jóvenes parece rondar
en otras realidades o situaciones, viven con múltiples ventanas abiertas
recopilando información que poco se ensambla con la recopilada en la escuela.
Por otro lado enseñamos como aprendimos y el sujeto de aprendizaje que
conocemos está más relacionado con nosotros mismos que con nuestros estudiantes,
por tal razón es importante descubrir que los motiva y esa motivación orientarla
para el desarrollo de capacidades profesionales básicas de nuestros
estudiantes.
En la actualidad
la conectividad y las tecnologías digitales generan muchas oportunidades para desarrollo
de las nuevas generaciones, los jóvenes viven con un abanico de ventanas
abiertas percibiendo distintos tipos de información, que deben convivir con la
información que perciben del mundo que tradicionalmente conocemos los adultos
por real. Hoy para nuestros estudiantes el mundo real es donde se efectúa esa
convivencia de modo natural. El desafío para la educación técnico profesional
es aprovechar esa capacidad natural de nuestros
estudiantes para profundizarlas y para el logro del desarrollo de otras
capacidades profesionales básicas que serán las bases para otras más complejas
que deberán desarrollar en el ciclo superior.
Otra motivación
de nuestros jóvenes radica en la participación, en ser parte de algo, y eso lo
observamos a través de las redes sociales y a la construcción colectiva que
realizan en diferentes foros y espacios de su interés.
En la mayoría de
los casos los estudiantes de primer ciclo no tienen muy claro a que vienen a la
escuela técnica, entienden la tecnología como lo complejo, lo electrónico, lo
eléctrico, lo nuevo. Poco saben de qué todo lo que los rodea hecho por el
hombre es tecnología, que surgió a través de alguna demanda o necesidad. Llegan con muchas expectativas y motivados
por un mundo tecnológico que los atrae, con el cual conviven sin comprenderlo
del todo.
Los primeros
días que los estudiantes entran al taller de la ETP, no les alcanzan los ojos
para deslumbrarse con las maquinas, las herramientas, con los procedimientos y
actividades que realizan compañeros de ciclos superiores. Ingresan a un mundo
tecnológico que con el correr de los años los va llevar por el camino de la
profesionalidad, aunque gran parte de los estudiantes sienten que ese camino poco
se relaciona con la expectativa y motivación con la que llegaron a la escuela
técnica, con ese mundo de afuera, que por lo general se relacionan más llegado
el final de su trayectoria.
Entorno formativo
Cuando miramos
el aula taller del primer ciclo que se encuentra en gran parte de nuestras
instituciones, podemos observar la distribución de mesas de trabajo o maquinas
herramientas de forma particular, cuya característica principal se basa en la
enseñanza de la técnica o de un proceso de fabricación específico, este modelo,
se viene repitiendo desde los orígenes de la escuela técnica, pensado para un patrón
determinado de aprendizaje, en el que el profesor es el centro del conocimiento.
Estos espacios
están orientados a fin a unas determinadas metodologías de trabajo en las
aulas, que consisten, básicamente, en el trabajo individualizado del alumnado,
adoptando una actitud de oyente, observador y replicador. Su misión es recibir
y aceptar los conocimientos que le vienen dados del profesor o profesora
durante las clases. Por ello su disposición en ya sea morsas de banco,
computadoras, maquinas herramientas, pupitres y otros, están aislados y con poca relación con el
resto de compañeros en la construcción colectiva del saber, lo que
prácticamente los obliga a trabajar de manera independiente, sin existir apenas
interacción entre ellos.
Las
características de estos espacios formativos del taller de la escuela técnica,
están fuertemente ligados, con los desafíos productivos que se fueron dando en
el país durante los años. En algunas ocasiones, anticipando esos desafíos
productivos, en otros paralelamente a ellos y también en muchas ocasiones,
dando respuesta a sus exigencias, las cuales, por lo general tienen relación
intrínseca con el desarrollo tecnológico.
Este tipo de
arquitectura didáctica crea un medio ambiente para el desarrollo de un sin
número de capacidades profesionales
básicas, sin embargo debido al avance que ha tenido la tecnología en las
últimas décadas, resulta insuficiente para el desarrollo del total de las
capacidades básicas que deben desarrollar nuestros estudiantes en la actualidad.
Esto nos
posiciona en la responsabilidad de la creación de arquitecturas nuevas, que
creen un medio ambiente educativo de mejor calidad acorde con un desarrollo
tecnológico permanente, junto a las innovaciones pedagógicas y curriculares
orientadas a este desarrollo tecnológico. Un medio ambiente educativo donde los
estudiantes del primer ciclo puedan desarrollar las capacidades profesionales
básicas plenamente.
Espacio de aprendizaje para el desarrollo de proyectos
tecnológicos
Desde el punto
de vista metodológico, existen una gran cantidad de herramientas procedimentales
que se utilizan a la hora de trabajar en el taller del primer ciclo; pero, la
que encierra mayor nivel de integración operacional, es la que denominamos
Proyecto Tecnológico, a partir de la cual es posible resolver problemas de
manera eficiente y ordenada, desde un encuadre sistémico. Gran parte de la riqueza
formativa de un proyecto tecnológico se halla en los modos y formas en el cómo
los alumnos y alumnas llevan adelante las diferentes actividades necesarias
para su concreción.
Cuando pienso en
un espacio de aprendizaje donde los estudiantes desarrollen proyectos
tecnológicos, aplicando saberes relacionados a las capacidades desarrolladas en la escuela
técnica, pienso en un lugar donde conviven técnicas y saberes de fabricación
manual y digital, así como otras técnicas y saberes relacionados con el diseño,
la programación, la organización, la gestión, la comunicación, generando una
red que hagan posible la creatividad e invención, a través de herramientas de
fabricación digital y las de fabricación convencional.
Entonces me
imagino un espacio físico donde los jóvenes puedan desarrollar diferentes
técnicas operativas para resolver un problema en común, un problema tecnológico
que va dar respuesta a una necesidad.
Para organizar
este espacio de aprendizaje y añadir las distintas máquinas y equipamientos
básicos para empezar a trabajar, debemos pensar un entorno formativo destinado
a los procesos de fabricación en donde estarán ubicadas las máquinas más
ruidosas y sucias en una zona separada y con ventilación adecuada. Esta será la
zona del taller de fabricación (Zona Sucia), donde se genera polvo u otros elementos
nocivos. También debe existir una zona limpia, en donde se ubicaran los ordenadores y también donde se
materializaran o ensamblaran los proyectos o prototipos.
Este espacio de
aprendizaje debe poseer colores vivos y estar muy iluminado, debe ser un
espacio donde los estudiantes quieran estar, un espacio diseñado para ellos y
que garantice la creatividad, la innovación y sea el lugar donde convergerán
las capacidades tradicionales e innovativas a través del proyecto
tecnológico.
La zona sucia
estará dividida en 2 partes, una de acceso común destinado a los procesos de
fabricación manual y la otra de acceso controlado donde se realizaran los
procesos de fabricación digital más complejos.
La zona limpia deberá
estar separada físicamente de la zona sucia por una o más puertas, para evitar
que todo se llene de virutas, polvos u otras sustancias que afecten los
equipamientos más delicados.
En la zona
limpia se ensamblaran los prototipos que los estudiantes realizaran en equipo a
fin de dar respuesta a las problemáticas planteadas por el o los docentes, para
tal fin el espacio deberá tener bancos de trabajo que permitan el debate, la
puesta en común y la construcción colectiva.
Además también
tendrá que poseer ordenadores de escritorio y portátiles para poder realzar la
programación de los prototipos y los
diseños de los mismos así como la programación de los equipos de fabricación
digital, una pizarra digital interactiva y pantallas interactivas tipo Smart ya que son muy importantes a fin
agilizar el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Estos equipos
deben poseer un sistema de reconocimiento de toque ofreciendo la posibilidad de
usar diferentes herramientas a la vez, así como escribir, ver vídeos, realizar búsquedas
colectivas, trasladar objetos y borrar sin tener que seleccionar nada en la
pantalla.
Este espacio
será en donde se realice las etapas de diseño, ensamble y evaluación del
prototipo. También será un espacio para la reflexión colectiva, la organización
y gestión del proyecto tecnológico.
Este Este espacio debe ser propicio para el modelado y la simulación lo que implicara necesariamente tener equipamiento adecuado para la representación de un sistema real en cierto formato determinado. Esta simulación de la realidad será el procedimiento a través del cual se pondrá a prueba el o los sistemas que forman parte del prototipo antes de fabrícalos y ensamblarlos.
Este espacio de
desarrollo de saberes debe garantizar el tránsito de los estudiantes y del docente,
de forma cómoda y segura, debido a que los jóvenes realizaran desplazamientos
desde sus mesas-base de trabajo hacia otros sectores o zonas, en donde se
encuentran distintos equipos o máquinas que eventualmente utilizarán para
realizar operaciones durante la etapa de ejecución del proyecto.
En ocasiones,
estos desplazamientos, los realizaran sosteniendo materiales o herramientas
entre sus manos, por lo que un recinto demasiado pequeño no solo se torna
incómodo, sino que además es inseguro y riesgoso.
La selección del
mobiliario tendrá que contemplar criterios básicos de robustez y de seguridad;
asimismo, la distribución del mismo y del equipamiento en general, debe ajustarse los lineamientos señalados
para asegurar el transito cómodo de alumnos y alumnas. Otra cuestión a tener en
cuenta, es el de evitar, además, muebles de perfil agudo que pudieran infringir
daños accidentales a los usuarios.
La zona sucia
estará dividida en 2 partes, una de acceso común y otra de acceso controlado. En
la zona de acceso común, hay mesas de trabajo con diferentes herramientas
manuales y maquinas herramientas.
La característica
de las herramientas deberá ser variada, debido a los procedimientos técnicos de
fabricación que deban ejecutar, las que dependerán del año de estudio de los estudiantes, de los materiales y las técnicas operacionales que deban ejecutar, e incluso
del proyecto que estén realizando.
Este tipo de
herramientas, son clásicas dentro del taller del primer ciclo de la escuela
técnica, y los procedimientos que involucran sus usos deben ser ejecutadas en
condiciones de iluminación y ventilación adecuadas. En tal sentido, es aconsejable una
iluminación bien distribuida que aproveche un buen flujo luminoso sobre las
zonas de trabajo. El acondicionamiento de la iluminación en este espacio de
aprendizaje tiene por objeto favorecer la percepción visual con el fin de
asegurar la correcta ejecución de las tareas y la seguridad y bienestar de nuestros
estudiantes, ya que una iluminación deficiente puede propiciar errores y
accidentes, así como también la aparición de fatiga visual y de otros
trastornos visuales y oculares.
Otra cuestión a
tener en cuenta al proyectar esta zona, se relaciona con los sistemas de ventilación
necesarios para mantener una adecuada calidad del aire y conservar un ambiente
saludable. Este espacio de trabajo puede resultar sensible a un cierto nivel de contaminación procedente de
los procesos de mecanizado, humos de soldaduras y actividades; lo que requerirá
la incorporación de, al menos, un extractor de aire en el recinto de trabajo, en
donde fuese pertinente de las actividades a desarrollar.
En esta zona de
trabajo, los estudiantes deberán realizar técnicas operativas de fabricación
manual, como pueden ser el limado, agujereado, roscado, torneado, cepillado,
soldado, fresado y otras técnicas tradicionales en nuestras escuelas técnicas.
En esta zona de
trabajo el mobiliario deberá observar la condición de robustez en relación al
tiempo estimado de uso, la cantidad de estudiantes, las operaciones de trabajo
que se realizaran, y en el caso de que los mismos sean base de alguna
maquina o herramienta, las
características de las mismas, etc.
En la zona de
uso controlado estará ubicados los equipos de fabricación digital sustractiva y
fabricación digital por corte. También podrán estar ubicados los equipos de fabricación
digital aditiva, dependerá de las características de los equipos.
Este espacio será
de uso controlado debido a la complejidad y seguridad que requieren los
procesos de sustracción (Cortadoras láser, fresado, etc.)
Cada zona deberá
poseer los extintores adecuados en base a sus características, así como las
señalizaciones adecuadas. El trabajo en los laboratorios y talleres requiere la
observación de una serie de normas de seguridad que eviten posibles accidentes
debido a desconocimiento de lo que se está haciendo o a una posible negligencia
de los alumnos y alumnas que estén en un momento dado haciendo las prácticas.
Debe existir un documento escrito que explique las características de
laboratorios y talleres y determine las medidas de seguridad existentes en los
mismos (La norma IRAM 3585 elaborada en 1990 “GUÍA PARA LA SEGURIDAD EN
TALLERES DE ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS”) .Debe existir equipamiento suficiente
(en número y uso) para las diferentes tareas desarrolladas en relación a los
equipos de protección Individual, etc.
El espacio de
aprendizaje para el desarrollo de proyectos, deberá ser un espacio de construcción activa,
donde los estudiantes interactúan en un entorno tecnológico que los representa,
que los interpreta, que los entretiene, donde desarrollan las potencialidades
humanas que hacen a la creatividad, la innovación y la inventiva, un espacio
para el desarrollo colectivo del saber.
La articulación de
las distintas zonas de trabajo en torno a proyecto en común, sirve de columna
vertebral al proyecto de articulación de los diferentes espacios formativos. Esta
sinergia de interdisciplinares, donde la
coincidencia de individuos de diferentes saberes, derivará en un resultado
inesperado en función del conocimiento colectivo.
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