viernes, 12 de julio de 2019

Selección y Organización de los contenidos Primer Ciclo ETP


Selección y Organización de los contenidos

Las capacidades que los estudiantes del primer ciclo deben desarrollar,  serán las que orientaran el desarrollo de la enseñanza, parte de ese desarrollo será la selección y organización de contenidos. Si bien estos contenidos pueden ser los conceptos y procedimientos, deben garantizar que se genere en el proceso de enseñanza y aprendizaje. Y para hacerlo, es importante tener una visión más amplia de los mismos, de modo que no se reduzcan a simples enunciados o simples procedimientos, los cuales muchas veces confluyen en saberes temporales y sin significado para nuestros estudiantes. Esto quiere decir que los contenidos deben ser el medio y no el fin para el desarrollo de las capacidades de nuestros jóvenes. La selección y organización de los mismos requerirá recurrir a criterios que se relacionen con el proceso formativo considerando los sujetos de aprendizaje y el nivel o el desarrollo esperable, teniendo en cuenta las capacidades que constituyen unidades inseparables en las que se articulan e integran conceptos, técnicas y métodos y valores.

Estos criterios a tener en cuenta a la hora de seleccionar los contenidos deben referirse, esencialmente, a los aspectos epistemológicos, psicológicos, sociológicos, pedagógicos, e inclusive lúdicos,  los cuales se abren a una variedad de enfoques y opciones múltiples para que los estudiantes de taller del primer ciclo puedan desarrollar plenamente las capacidades.

El criterio epistemológico, hace referencia a la estructura lógica del taller del primer ciclo. Diferenciando los contenidos esenciales de aquellos secundarios y la relación que existe entre ellos. Por ejemplo, un contenido del taller puede tener relación con contenidos de otras áreas como ser las científico tecnológicas o de la formación general, de las que se nutrirá y en las que se fundamentara.



Por ejemplo si los estudiantes taller están desarrollando saberes relacionados a sistemas eléctricos trabajando contenidos del átomo y sus partes, y en relación a los NAP de ciencias naturales de ese año están trabajando el acercamiento a la teoría atómico-molecular y el reconocimiento de sus constituyentes debe haber un criterio lógico institucional en relación a los aportes que estos espacios se harán mutuamente para que los jóvenes puedan desarrollar plenamente sus saberes. Lo que nos pone en situación de ocuparnos colectivamente  de cómo hacer para que estos contenidos se complementen. Otra cuestión a tener en cuenta en esta sensatez epistemológica, es la correlatividad de contenidos a través de los años de estudio de un técnico. Existen contenidos necesarios a trabajar por los estudiantes para poder trabajarlos con más profundidad en años posteriores,  inclusive como base para otros contenidos que se relacionan indirectamente. Un ejemplo muy puntual es en el caso las tecnicaturas duras la materia “Conocimiento de los materiales” que es parte del diseño curricular en el primer año de algunas especialidades en el ciclo superior;  durante el primer ciclo, los estudiantes desarrollan actividades de procesos de fabricación y/o transformación de materiales y no siempre se trabajan contenidos relacionados a las características de los materiales, como tampoco a los tipos de esfuerzos a los que va a estar sometido los productos que surjan de esos procesos de fabricación, cuestiones que son muy importante  generando en los jóvenes saberes previos para poder abordar exitosamente la transición entre los ciclos, en especial en lo relacionado a lo técnico especifico y/o científico tecnológico.


El criterio de representatividad, es importante  para seleccionar los aspectos principales del contenido, así como los autores más destacados en el tema, las fuentes de información y los sitios más relevantes. En muchas ocasiones los docentes preparamos un material de apoyo del espacio de formación o materia del cual somos responsables, en este material se encuentran los aspectos más relevantes que hacen a los contenidos que les estudiantes trabajaran durante la cursada, por lo general este materiales parte de las secuencias didácticas que llevara a cabo sus estudiante, la que deberá alimentarse con distintas fuentes de información a las que los jóvenes tendrán que acceder ya sea durante la apertura el desarrollo e inclusive el cierre de la misma, teniendo en cuenta su relevancia, su naturaleza, su autoridad en la materia de quienes elaboran la información, su nivel de especialización y otras cuestiones que la jerarquizan.


El criterio de especificidad, tiene que ver con lo técnico especifico del taller, en donde existe un conjunto de contenidos y procedimientos  que los estudiantes no trabajarán en otras disciplinas, tal es el caso de la enseñanza de las técnicas, las normas de seguridad, las características de los materiales y otras cuestiones que hacen al saber especifico. En este criterio aparece el denominado tradicionalmente “gesto profesional”, en donde se resalta el valor del uso correcto de las herramientas por parte de los estudiantes, lo cual progresivamente representa una ganancia invaluable en la riqueza que tradicionalmente tenía la formación técnica básica.


Tengamos en cuenta entonces dos principios didácticos que el docente de taller no debiera ignorar, al presentar y enseñar a trabajar con una herramienta dada:

1) Los alumnos pueden aprender por imitación, lo que requiere que los docentes enseñen demostrando prácticamente a su clase el uso correcto de la herramienta.
2) Los alumnos aprenden por descubrimiento. La forma de la herramienta está directamente relacionada con la forma de utilizarla (el “cómo se usa”) y de aplicarla (el “para qué sirve”). El modo en que debe trabajarse con ella (el llamado “gesto profesional”) surge directamente de su forma y ésta está directamente relacionada con el destino que se le da. Por lo tanto, un docente de taller, partiendo de preguntas previamente diseñadas para el fin que se pretende, puede presentar la herramienta necesaria a sus alumnos y alumnas y, a partir de preguntas guía, hacer que los mismos descubran por si solos el modo correcto de usar la herramienta.

La enseñanza del uso correcto de una herramienta sigue siendo de un factor pedagógico invaluable en la formación básica técnica; no solo por cuestiones ergonómicas, de seguridad personal y de conservación de la herramienta en cuestión, sino porque la misma no puede usarse de cualquier manera ni para cualquier cosa.


El criterio psicológico debe tener en cuenta  la significación psicológica (Piaget, Bruner, Ausubel,...), o sea, de la forma que los estudiantes realicen aprendizajes significativos que les permitan ir modulando el conocimiento, los procedimientos y las actitudes de manera coherente.
Los aprendizajes son el resultado de procesos cognitivos individuales mediante los cuales se asimilan informaciones (hechos, conceptos, procedimientos, valores), se construyen nuevas representaciones mentales significativas y funcionales (conocimientos), que luego se pueden aplicar en situaciones diferentes a los contextos donde se aprendieron.
La calidad de estos procesos depende de la interacción entre profesores y alumnos - y entre alumnos- en el taller, a las ayudas que los profesores ofrecen en esos procesos y al grado en que estas ayudas se ajusten a los recursos cognitivos, motivacionales, emotivos y relacionales de que disponen los alumnos y que ponen en marcha para aprender.

La ayuda eficaz del docente no está tanto en sus métodos instructivos como en la continua adaptación y ajuste a las cambiantes características y necesidades del alumnado en su proceso de construcción de conocimientos; no siempre el mismo tipo de ayuda sirve al mismo alumno, y además el alumnado es diverso (Barberà et altri, 2008).


El criterio sociológico debe ser muy tenido en cuenta sobre todo en la  contextualización a fin de tener una referencia social muy clara, y entendiendo a la tecnología como una actividad social, que da respuestas a las demandas de la sociedad. Que los estudiantes conozcan las problemáticas, las necesidades y las características de la sociedad facilita su inserción y responsabilidad social.


El criterio pedagógico tendrá que ver con el desarrollo de un programa de estudios te tenga en cuenta la adaptación de los estudiantes a los nuevos saberes y a la vez que ofrezca una fundamentación teórica consistente.  Promoviendo el debate y a su vez  la posibilidad de ampliación por parte de los implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo tanto este criterio debe hacer llegar a los destinatarios contenidos que tenga en cuenta su adaptabilidad, el desarrollo de una nueva sensibilidad, a la vez que se ofrece una fundamentación teórica consistente. Los contenidos curriculares se conciben abiertos a la discusión y debate críticos y presentan la posibilidad de ampliación por parte de los implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Este criterio deberá enmarcase dentro de un enfoque que dan prioridad a la creatividad y al aprender a aprender, esto implica tener el conocimiento y la destreza que se requiere para aprender con efectividad en cualquier situación en la que el estudiante se encuentre. Para aprender a aprender, los estudiantes deben estar motivados, conocer y reconocer sus fortalezas y debilidades, que no es más que saber cómo aprende.


El criterio lúdico es muy importante en el proceso de enseñanza, ya que anima a la participación, el trabajo colectivo, la creatividad y otros principios fundamentales en el ser humano. Toda actividad lúdica sana enriquece, los estudiantes mediante este tipo de actividades comienzan a pensar y actuar  en medio de situaciones que varían, logrando la obtención de resultados en situaciones difíciles.
George Bernard plantea que los entornos lúdicos potencian el aprendizaje, al considerar que: Aprendemos el 20% de lo que escuchamos, el 50% de lo que vemos y el 80% de lo que hacemos. A través de entornos lúdicos en base a la metodología experiencial potenciamos al 80% la capacidad de aprendizaje. Actividades Lúdicas, George Bernard Shaw
“Siempre hemos relacionado a los juegos con la infancia y mentalmente hemos puesto ciertas barreras que han estigmatizado a los juegos en una aplicación seria y profesional, y la verdad es que ello dista mucho de la realidad. Los juegos pueden estar presentes en las  diferentes etapas de los procesos de aprendizaje del ser humano, inclusive en la edad adulta. La enseñanza o re-enfocando el concepto hacia el aprendizaje, no está limitado a los niños, pues los seres humanos nos mantenemos, consientes o no, en un continuo proceso de aprendizaje”. Actividades Lúdicas, George Bernard Shaw
La lúdica fomenta el desarrollo humano, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, la necesidad del ser humano, de comunicarse, sentir, expresarse y producir emociones orientadas hacia el entretenimiento, la diversión, el esparcimiento, que pueden llevarnos a gozar, reír, gritar o inclusive llorar en una verdadera manifestación de emociones, que deben ser canalizadas adecuadamente por el facilitador del proceso”, bosqueja que la lúdica fomenta el desarrollo psicosocial, la adquisición de saberes y da herramientas para consolidar la personalidad, todo a través de una amplia gama de posibilidades que interactúan el gozo, el placer, la creatividad y el conocimiento.[1]
La Lúdica fomenta el desarrollo psico-social, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, encerrando una amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el conocimiento. Es la atmósfera que envuelve el ambiente del aprendizaje que se genera específicamente entre maestros y alumnos, docentes y discentes, entre facilitadores y participantes, de esta manera es que en estos espacios se presentan diversas situaciones de manera espontánea, las cuales generan gran satisfacción, contrario a un viejo adagio "la letra con sangre entra". Actividades Lúdicas, George Bernard Shaw
La lúdica didáctica en la educación técnico profesional debe basarse en una  técnica participativa encaminada a desarrollar en los estudiantes métodos de dirección y conductas y estrategias correctas, propicia la adquisición de conocimientos técnicos y el desarrollo de habilidades profesionales y además contribuir al logro de la motivación por las asignaturas y la especialidad. En el primer ciclo de nuestra ETP, el ambiente de aprendizaje es propicio para “Jugar a ser Tecnólogos” a fin de resolver un problema tecnológico que dé respuesta a una determinada demanda social. El o los docentes influyen de forma práctica en el grado o nivel de preparación del juego a través de la problemática a plantear a sus estudiantes, y en su andamiaje que se orienta al roll de guía y orientador. En esa preparación, debe tener en cuenta los objetivos y como a través de la actividad se evidenciaran el desarrollo de las distintas capacidades profesionales básicas en sus estudiantes. Fijará las reglas del “juego profesional” en base a esos distintos objetivos, relacionados con la toma de decisiones ante problemas profesionales básicos, las normas de seguridad,  la experiencia profesional en la práctica del trabajo colectivo, la forma de respetar la opinión del otro y otros objetivos en relación con las capacidades, generando actividades pedagógicas dinámicas, sin limitación de tiempo ni espacio.



“Lo lúdico es transversal y tiene que ver con una actitud de libertad para indagar, para plantear alternativas, para generar nuevos roles, lo que hace el hacer más flexible y menos instruccionista”  Fernando Bordignon – UNIPE


[1] LO LUDICO COMO COMPONENTE DE LO PEDAGOGICO, LA CULTURA, EL JUEGO Y LA DIMENSION HUMANA. Tomado de: Marco teórico investigación sobre la dimensión Lúdica del maestro en formación 2009. Autores: Esp. Jaime Hernán Echeverri Esp. José Gabriel Gómez







No hay comentarios:

Publicar un comentario